Pedro de Mezonzo y su encuentro con Almanzor

Pedro de Mezonzo (930 – 1003) es un personaje muy vinculado con la Tradición Jacobea, que se presta mucho al relato novelesco aunque de fondo histórico, como es el encuentro entre Almanzor y el monje que custodiaba, en Compostela, el sepulcro apostólico.

Buen ejemplo de ello es la obra de Jesús Sánchez Adalid, “El Mozárabe”, preciosa novela que sabe engarzar lo histórico con lo novelesco, con un final antológico que enlaza con el mismísimo testimonio de la Tradición Jacobea. Dicho final está tomado de la Historia. Fue real ese encuentro en el sepulcro compostelano entre Almanzor y ese monje que Sánchez Adalid convierte en Asbag, personaje también histórico que fue obispo de Córdoba y contemporáneo de Almanzor. El encuentro con el monje se acepta como histórico porque hay coincidencia plena en los relatos tanto de las crónicas cristianas como de las musulmanas, y así lo recoge el Bayan al-Mugrib de Ben Idhari, según versión francesa de Fagnan, que Sánchez Albornoz recoge en su España Musulmana.

Pero ya anteriormente otros autores especulaban con la posibilidad de que tal monje fuera el mismo Pedro de Mezonzo, que fuera canonizado como santo. San Pedro de Mezonzo, autor de la Salve, es un personaje histórico de extraordinario valor para Compostela y su tradición. Pero es más que eso, es un elemento legendario que daría para escribir novelas fantásticas no demasiado ajenas a una realidad factible.

Pedro de Mezonzo fue abad del monasterio de Antealtares en tiempos en que eran estos monjes benedictinos quienes custodiaban las reliquias y administraban el culto al apóstol, y que llegó a ser obispo de Compostela en los albores del primer milenio de la era cristiana, la difícil época en que se dio la destrucción de la ciudad del Apóstol por Almanzor, incluida la Basílica y el propio edículo sepulcral, aunque parece que finalmente el caudillo sarraceno respetó el sepulcro y su contenido santo.

Pedro de Mezonzo es el heredero directo de una tradición que se inicia en el Obispo Teodomiro, cuya tumba reubica en la restauración de la Basilica compostelana destruida por Almanzar, rehabilitando en muy poco tiempo el culto y la actividad de la villa. Poco más de un siglo del descubrimiento de la tumba de Santiago, Pedro de Mezonzo no es el iluso ni el impostor de turno que empeñado en mantener un fraude, sino un transmisor de un conocimiento y de una fe en la que no solo cree, sino que además custodia con su persona.

Alguna tradición dice que Pedro de Mezonzo abandono con toda la población la ciudad de Compostela, refugiándose en algún lugar recóndito no muy lejano, llevando consigo los restos del Apóstol y de sus discípulos debidamente protegidos, mientras Almanzor destruía totalmente la ciudad y la Basílica apostólica, llegando su caballo a beber agua de la pila bautismal, e incendiando el edículo sepulcral tal y como acreditan los hallazgos arqueológicos. Se dice que Almanzor no se atrevió a profanar el sepulcro al encontrar allí a un monje custodiando las santas reliquias, circunstancia que es recogida tanto por la crónicas cristianas como por las musulmanas, lo que da al acontecimiento un significado de alto valor histórico.

No falta alguna versión, acaso algo novelesca pero no exenta de cierta verosimilitud, de que ese monje custodio era el propio Pedro de Mezonzo que se mantuvo ante la desbandada general al pie del cañón para cumplir su sagrada obligación. Desde esta opción no me resulta difícil imaginar el cruce de miradas, la de Almanzor, soberbio, victorioso, pero sumiso ante lo sagrado, y Mezonzo, humilde y frágil pero portador de una verdad inviolable. La crónica nos transmite incluso un breve diálogo: “¿Por qué estáis ahí?”, preguntó el caudillo, “¡Para honrar a Santiago!”, respondió el monje, y el vencedor dio orden de que le dejaran tranquilo, y mandó colocar guardias para hacer respetar la tumba y las sagradas reliquias.

Sea cual fuere la versión y fuera cual fuera el protagonismo de Pedro de Mezonzo, ambas confluyen en una conclusión común, la de que es una conexión entre la historia y la leyenda pero dando garantía de veracidad a una tradición de la que él es heredero muy inmediato y que nos transmite con todo su valor a pesar de la duras circunstancias que le tocaron vivir.

La destrucción de Compostela por el musulmán, da al traste con las demagógicas argumentaciones de que Santiago es producto del oportunismo, de la necesidad de crear un emblemático matamoros, de un líder milagrero y belicoso que tomara partido por la causa cristiana decantando la suerte a quien más la merece por razones de fe, ¿Iba a permitir el alto protector de la hispanidad y de la cristiandad, el milagroso guerrero de Clavijo, que Compostela fuera saqueada y destruida?. Resulta además que Almanzor fue apoyado por mercenarios y soldados cristianos que se aliaban de un lado o de otro según las circunstancias y las conveniencias.

Mezonzo vio la destrucción absoluta, sin dejar piedra sobre piedra, de Compostela. Pero la verdad que el custodiaba era de rango mayor, por eso no le faltaron fuerzas para reconstruir la Basílica sobre la que la ciudad de Compostela vuelve a renacer, convirtiéndose en la garantía de que esos restos custodiados eran los depositados allí desde los inicios de la cristiandad y descubiertos por el Obispo Teodomiro de quien él era sucesor.

Pedro de Mezonzo es un punto de inflexión de lo jacobeo en que, representando la fe en el Apóstol, sin milagros, sin oportunismos, sin mitologías legendarias, sin matamoros, representa el conocimiento de que lo que lo que allí se venera son las reliquias del Apóstol Santiago el Mayor.

FUENTE: Blog Tradición Jacobea, Alberto Solana

Contacto

Vía Plata
Calle Castilla 82, Local
Sevilla
España
Telfs: 954 335 274  ----  696 600 602

Asociación de Amigos del camino a Santiago - Calle Castilla 82


 

Quiénes somos

Fundada el 24 de Diciembre de 1992, está inscrita en el Registro Provincial de Asociaciones con el 4229 y en el registro de entidades de Promoción del Camino de Santiago, de la Xunta de Galicia con el nº4.

"...en el apoyo al caminante, en el ejercicio de nuestras tradiciones, en la potenciación de la imagen turística de esta Vía o Camino y otros. Colaborará en todas las iniciativas con fines jacobeos."