ETAPA ALCUÉSCAR – ALDEA DEL CANO - VALDESALOR - CÁCERES
El fin de semana del 25 y 26 de marzo de 2017 cuarenta y cinco peregrinos estuvimos andando por tierras extremeñas, en concreto el sábado entre Alcuéscar y Aldea del Cano y el domingo entre Aldea del Cano, Valdesalor y Cáceres. Cuando se convocó la salida se dio opción a terminar la etapa en Valdesalor y el bus nos desplazaría a Cáceres y así aprovechar para hacer una visita a la ciudad, Patrimonio de la Humanidad y él que quisiera podría continuar caminando hasta Cáceres. Pero no contábamos con que las condiciones meteorológicas fueran tan adversas para este fin de semana. Debido a éstas condiciones todos, menos tres intrépidos peregrinos que quisieron continuar la etapa y fueron a Cáceres andando, los demás decidieron terminar la etapa en Valdesalor.
Las previsiones meteorológicas no eran nada halagüeñas, para el fin de semana daban agua, mucha agua y estas se cumplieron para el sábado y el domingo, parece que nuestro apóstol Santiago nos echó un capote y no fueron tan pesimistas como nos las pintaban las distintas páginas del tiempo y fue más benigno de lo esperado. Han sido unas etapas prácticamente llanas, entre olivares, dehesas y algún campo de cereal. Salimos, el sábado de Alcuéscar, desde la Casa de Beneficencia de los Esclavos de María y de los Pobres, con el cielo totalmente cubierto de nubes, pero sin una gota de agua. Las flechas amarillas, primero entre olivos y luego un poco más adehesado, nos condujeron hacia Casas de Don Antonio; antes de entrar en el pueblo cruzamos por un bonito puente medieval de raíces romanas, sobre el río Ayuela. Hasta aquí podríamos decir que la lluvia nos respetó, Cayeron gotitas dispersas, hubo hasta intentos de salir el sol, y la temperatura era agradable para caminar. Pasado Casas de Don Antonio las nubes se pusieron de un negro intenso, que no presagiaban nada bueno y comenzó a llover, a llover con ganas. El agua de lluvia fue acompañado de granizo. Acabamos chorreando. Desde Casas de Don Antonio proseguimos por un tramo paralelo a la N 630 donde pudimos contemplar la presencia de un puente y varios miliarios romanos, entre ellos el apodado como el Correo. Para ir a Aldea del Cano nos desviamos a la derecha medio kilómetro. Pernoctamos en el complejo hostelero Balneario Fuentes del Trampal, donde tras la caminata pudimos disfrutar de un tratamiento termal, que nos relajó y nos dejó como nuevos para caminar el día siguiente.
El domingo salimos desde Aldea del Cano el cielo estaba encapotado, hacia un poco de viento y las nubes iban y venían, unas más negras que otras. La lluvia nos respetó hasta casi la llegada a Valdesalor. Empezó a caer un agua fina, de poca intensidad, pero que obligó a abrir paraguas y a ponerse capas, chubasqueros, etc. para no mojarse. En la etapa de hoy casi al comienzo nos encontramos tumbados en la dehesa dos miliarios y justo enfrente de los mismos, a la derecha, el dolmen del Garabato. Las flechas nos llevan hasta la pista del aeródromo de La Cervera, del Aeroclub de Cáceres, la cual atravesamos. Vamos por un trazado ondulado y cerca de Valdesalor nos volvemos a encontrar con otro puente de origen romano y tras una recta de un kilómetro, finalmente, llegamos a Valdesalor, población de colonización proyectada a finales de los años 60. Mas tarde y una vez comidos y descansados de la corta etapa, nos dimos un paseo por esa medieval ciudad que es Cáceres y el que pudo se aprovisionó de los famosos dulces del convento de San Pablo. A las 17h partimos sin novedad hacia Sevilla.