En los últimos días estuvo lloviendo y las predicciones meteorológicas no eran nada halagüeñas. Estas predicciones tanto las que daban las distintas televisiones, como las distintas páginas web pronosticaban lluvias abundantes, esto hizo que un alto porcentaje de peregrinos avisaron que no acudirían y otros simplemente no se presentaron; lo cual motivó que de los dos autobuses que en principio íbamos para la salida, solo se completara uno.
Nos desplazamos hasta Alanís, llegando a las 9:00 horas. Allí nos aguardaban miembros de la Encomienda de Santiago de Villanueva del Río, la alcaldesa y concejales de Alanís, alcalde y concejales de Guadalcanal y miembros del grupo de Aventureros de Alanís. Desayunamos y nos concentrados en la iglesia de Alanís, donde su párroco, D. Juan Escaño nos habló de su retablo y nos dio la bendición del peregrino.
Eran las 9:45 cuando iniciamos la etapa. No llovía, pero teníamos una neblina alta, meona, que nos acompañó en los primeros km. Salimos de Alanís siguiendo las flechas amarillas, pasamos por delante de su cementerio y enseguida atravesamos la carretera que une Alanís con Guadalcanal, haciendo Laureano de guardia de tráfico. Vamos caminando por una dehesa entre encinas y en un primer momento entre alambradas, luego abierta por la izquierda, a este camino se le conoce como La Servilleta.
Este camino que encuentra con otro denominado camino de Aguardenteros y toma como nombre Cañada Real de las Merinas. A los 3,5 km aproximadamente nos encontramos con una fuente y su pilón. Siguiendo las flechas amarillas vamos a parar a una carreterilla asfaltada que nos conduce a una gran cancela, que será la primera de las quince que tuvimos que atravesar. Una vez pasada la cancela hay un cartel que nos anuncia que vamos por la Vereda del Madroñal, desde aquí comenzaremos a ascender. Es un ascenso suave, de poca dificultad, pero continuo. El camino que llevamos esta asfaltado y da acceso a una cantera, antes de llegar a ella, giramos a la izquierda abriendo una cancela y cogemos por una pista cuesta abajo encajonados entre alambradas.
Al atravesar la siguiente cancela volvemos a ir entre alambradas. Atravesamos otra cancela, entrando en una finca. El camino sigue en ligero descenso, tenemos ahora solo una alambrada a la izquierda y abierto a la derecha, nos encontramos con unos enormes cerdos negros, que parece que nos piden que les echemos de comer, pues nos siguen entre gruñidos.
El camino va entre encinas, continuamos descendiendo hasta que en el km 6’40 nos encontramos con las vías del tren y un camino que se vuelve a bifurcar, cogemos el de la derecha que nos lleva a cruzar las vías del tren. Antes de cruzarlas hay otra cancela. En este momento nos pasa un tren. Unas vez que las cruzamos nos encontramos con un cartel que nos indica que vamos por la Vía Pecuaria de la Vereda del Madroñal. Volvemos a pasar otra cancela e iniciamos un ligero ascenso pegados a la alambrada al principio para luego separarnos un poco de ella. El camino está totalmente desdibujado, intuimos por donde va, pues a ratos vamos campo a través, entre encinas, en un entorno de una bonita y hermosa dehesa. Nos alejamos de las vías del tren. Atravesamos varias cancelas y nos encontramos con una explotación ganadera con vivienda y naves. A su derecha hay otra cancela de alambre que pasamos, es el km 8’60.
Ahora cogemos un camino bien trazado y delimitado y empezamos a ascender, la subida es suave pero larga; volvemos a atravesar varias cancela y seguimos ascendiendo. En el km 10’80 al atravesar otra cancela nos encontramos nuevamente con las vías del tren, que no dejaremos y caminaremos paralelos a ellas. Entramos en un camino de toboganes constantes, es un sube y baja que nos hace mella en las piernas. Abandonamos el paisaje de encinas, pero eso no es óbice de tener unas vistas impresionantes de los valles que nos rodean.
Atravesamos varias cancelas y en el km 13’60 es la última cancela que pasamos. A partir de aquí comenzamos con un fuerte y exigente cuesta, es lo más duro de la etapa, nos cuesta subir, veníamos castigados de los toboganes. En el km 14’30 alcanzamos la cima, divisamos ya a lo lejos Guadalcanal. Desde aquí a Guadalcanal vamos descendiendo.
Cuando llevábamos andados 16’30 km. pasamos al lado del letrero que nos anuncia que entramos en Guadalcanal. Finalizamos la etapa en la iglesia de la Asunción de Guadalcanal tras 17,90 km recorridos. Siendo recibidos por su párroco, D. Genaro y autoridades locales.
Etapa con muchas cancelas, todas ellas sin candado o abiertas, en la que hay que dar un gran rodeo y hacer unos 4 km de más debido a que el camino que va paralelo a la vía del tren hay las cancelas con candado y se está a la espera de una posible solución. En la etapa de hoy nos acompañó en todo su recorrido el alcalde de Guadalcanal, Manuel Casaus y sus concejales, Cristina y Moisés.
A pesar de tener todos los pronósticos en contra, pues daban lluvias abundantes y aviso de alerta por precipitaciones. Estas no se produjeron y además hubo hasta un intento de salir el sol. Como decimos los peregrinos “Santiago nos echó un capote”. Las lluvias se iniciaron en el momento de coger el bus para su regreso a Sevilla y nos acompañaron durante todo el trayecto de vuelta.
Fotos del Evento (Amigos del Camino de Santiago de Sevilla)
Fotos del Evento (Encomienda Santiaguista de Villanueva del Rio)