En esta etapa, por la Vía de la Plata, dejamos atrás la campiña sevillana para internarnos en las dehesas andaluzas, en un agradable entorno de pastizales, encinas y alcornoques. Anduvimos por una Andalucía verde y boscosa, muy diferente a la del tópico del secarral agostado. Donde nos acompañó el buen tiempo con sol, aunque la mañana empezó siendo fresquita, pero pronto nos empezamos a despojar de la vestimenta.
El autobús nos dejó como siempre, a la salida de Guillena; lugar donde se

 
					