El pasado fin de semana se conmemoró, por segundo año consecutivo, por parte de la Encomienda Santiaguista de Villanueva del Rio, el paso de Bernardo José de Aldrete, peregrino del siglo XVII, por la localidad sevillana de Alanís camino de Santiago. Al acto fue invitada esta Asociación, de la que asistió un numeroso grupo de socios, así como la Asociación Jacobea Gaditana, organizaciones senderistas de la zona, que están respaldando esta recuperación del Camino de la Frontera, y las autoridades municipales así como muchos vecinos.
Por el interés que representa la efeméride para la tradición jacobea andaluza y sevillana, reproducimos a continuación el interesante artículo que amablemente nos cede la Encomienda, y que ilustra este acontecimiento histórico jacobeo:
"Bernardo José de Aldrete fue un religioso, historiador y filólogo andaluz que nació en Málaga en 1560, falleció en Córdoba en 1641.
Según la Gran Enciclopedia del Camino de Santiago (obra Fundamental sobre las rutas jacobeas), en compañía de otros eclesiásticos de su región, peregrinó desde Córdoba a Compostela en el año 1612, dejó un valioso diario de su experiencia, el cual se conserva en la catedral de Málaga. El calendario marcaba el 26 de enero 1612 cuando el grupo arrancó a caminar, y regresa a cada el 23 de marzo. Por lo tanto, dos meses tan sólo entre ida y vuelta, un tiempo breve para lo que se consideraba entonces.
Todos siguen la Vía de la Plata, y cuando se acercan a Galicia, pisando Zamora, acometen el Camino del Sudeste, considerada una ruta de peregrinación de origen mozárabe que unía ya dese la Edad Media el sur de España con el noroeste peninsular.
El periplo fue todo menos tranquilo, sufriendo calamidades sin cuento sobre todo cuando pisan suelo gallego porque los recibe un temporal de nieve, frío y viento.
Fue Aldrete un hombre preocupado por la historia de Santiago el Mayor y sus posibles discípulos (los denominados varones apostólicos), así como del papel que la tradición les reserva en los orígenes de Granada. Todo ello quedó plasmado en su obra Varias antigüedades de España, África y otras provincias, que salió de la imprenta en Amberes (Bélgica), en el año 1614.
Algunas veces se encuentra en los Archivos el material documental más inesperado por no tener una relación directa con los fondos que lo caracterizan. Tal es el caso presente. En el Archivo de la Catedral de Granada existe un relato anónimo de un rápido viaje a Santiago de Compostela en enero/marzo de 1612.
Se ha podido fijar la fecha e incluso aventurar una hipótesis sobre su autor. Que sería el canónigo de Córdoba Bernardo José de Aldrete (1560- 1641). A pesar de la concisión del relato, es interesante acompañarle en esta ruta sur-norte hasta Compostela y regreso por la descripción de los lugares que recorre, las dificultades de los caminos del siglo XVII y el encuentro con diversos personajes. La trascripción del texto se acompaña con una nota para cada una de las jornadas y con un mapa reducido del itinerario.
La investigación en Archivos proporciona a veces pequeñas sorpresas, como lo es el hallazgo de documentos o pequeñas fuentes históricas que no figuran en los Catálogos o Inventarios, bien por su corto volumen o porque los beneméritos autores de estas guías no consideraron estos folios dignos de interés. Lo que resulta aventurado, pues tanto el tipo de investigador como la clase de su trabajo son variadísimos e imprevisibles. En algún artículo nuestro reciente ya hicimos alusión a estos encuentros fortuitos y ahora, aunque en menor grado, vuelve a repetirse.
En el Archivo de la Catedral de Granada se conservan diversos libros que el Inventario clasifica en varios grupos. Uno de ellos es el de Libros de asuntos varios y el núm. 58 de éstos se reseña como Libro curioso, sin más desglose que la escueta indicación de Colección de cartas y manuscritos.
Es así efectivamente y proporciona material para más de un artículo, por lo que volveremos a él en otra ocasión. No está muy bien conservado. Ahora vamos a ocuparnos de los folios 357-364, con un relato anónimo, de buena letra y titulado Diario del Viage de Sanctiago. Por su brevedad no podemos encontrar en él información muy detallada y si el autor fue anotando día a día, lo que parece probable, los incidentes de sus jornadas, estos folios tienen que ser la puesta en limpio de aquellos apuntes.
Puestos a encontrar pistas, la principal era la del punto de partida y regreso, Córdoba, y que se trata de un clérigo que no descuida su misa diaria a pesar de las dificultades del viaje.
Debía ser algo más que simple presbítero, tanto por el encargo que se le hace y que origina el viaje, como por las personas que le reciben en los diferentes lugares del recorrido y las cortesías que se le dispensan, por ejemplo, en Compostela.
Es un hombre erudito, que visita a un Cura gran letrado en Zorita.
Que gasta un día en las librerías salmantinas y no olvida las de Medina del Campo.
Filólogo, que no está de acuerdo con que el apellido Aldrete, grabado en el sepulcro de Tordesillas —que ni aún pensamiento de verlo no avía tenido— signifique en árabe sabio y entendido, si es que procede de aquella lengua.
Que en Villafranca del Bierzo nos deja otra nota sobre el lenguaje.
Que en Orense, al hacer una cita, aunque de obra poco recomendable en cuanto a su veracidad, destaca que existió un Centurio Malacitanus.
En resumen que nos atrevemos a conceder la autoría del Diario al conocido Prebendado cordobés Bernardo (José) de Aldrete (1560-1641), nacido en Málaga, autor de Del origen y principio de la lengua castellana (Roma, 1606).
No nos dice el viajero qué edad tenía en aquel año de 1612, pero los 52 de Aldrete no serían muchos para este viaje y, en cambio, explicarían algunos de los achaques que padeció en Trujillo, Zamora y Villacastín.
Desde luego caminaba con mucha prisa, pues en menos de un mes se plantó en Compostela y, si observamos un mapa actual, su itinerario de ida es el que transcurre más en línea recta hacia el Norte y por comarcas entonces e incluso hoy poco pobladas y sin caminos. Con pocas ciudades importantes. Las jornadas tenían una media de unos 50 km.
¿Qué sistema de transporte empleaba? Lleva sus mulas, haciendo referencia en dos ocasiones —15 febrero y 2 marzo— al mozo que las guía. Iba acompañado de otras personas, pero no explicita el plural que siempre emplea.
Si queremos cifrar en kms. actuales o en las leguas de entonces el camino recorrido tropezamos con grandes dificultades. No obstante lo hemos intentado al apostillar cada una de las jornadas, obteniendo así 1.040 kms. de ida y 898 de vuelta.
¿Se guiaban por las campanas de los pueblos por donde pasaron, con sus toques del Angelus u otros? Observemos que cuando sale de o entra en una población importante sí indica la hora con precisión, como por ejemplo el día que llega a ALANIS:
Febrero. Primero. Miércoles, con mucho frio mui de mañana, con una guia salimos de Constantina por mal camino que va a parar a las viñas, donde ai mucha recreación, i caserías i fuimos a vista de la Villa de San Nicolás sin entrar en ella, de donde fué natural San Diego. Tiene sus labores, i buen assiento con sus huertas. De allí passamos a Alanís donde dixe missa; es buen lugar. Aquella tarde por grandes sierras i montañas, camino muy largo, i áspero,
(San Nicolás del Puerto es la patria de San Diego de Alcalá (1400-63), canonizado en 1588)
Este es el objeto que nos trae a Alanis hoy día 29 de enero de 2017, día que celebramos la efemérides de este ilustre personaje enterrado hoy y casi olvidado en la Catedral de Córdoba, HOY ESPERAMOS DE LAS AUTORIDADES LOCALES QUE HAGAN SUYA ESTA EFEMERIDES PARA EL FUTURO, DE MANERA QUE FORTALEZCA LA CULTURA SECULAR DE ESTA BELLA POBLACION Y DE SUS HABITANTES Y SIRVA DE APOYO AL CAMINO JACOBEO DE LA FRONTERA."